Hay algunas personas que se ponen
como objetivo buscar pareja,
o no perder su pareja, como si de una tarea se tratara. Pareciera que no
pudieran vivir sin esto, y van de una relación a otra si no tienen una pareja
estable, sin saber qué es exactamente lo que no funciona en la relación o
porqué, “dando tanto”, sus parejas dan tan poco y terminan siendo abandonadas.
También las hay que, por temor a no perder su pareja, (o más bien, por temor a
quedarse solos), ceden y ceden continuamente en la relación olvidándose
completamente de su propio bienestar y de sí mismos.
La pregunta es: ¿qué pasa aquí?,
¿por qué una persona se involucra en este tipo de relaciones?
A las personas que les ocurre
esto, suelen tener un sentimiento de carencia, de vacío, que buscan llenar
desesperadamente en el encuentro con la otra persona. A veces es tanta la
necesidad de esa persona, que el/la elegida puede sentir miedo a tanta
necesidad y de alguna forma intuye que se le va a pedir mucho más de lo que
está dispuesta a dar. ¿Qué hacen entonces? Salir corriendo, lo que fomenta aún
más el sentimiento de carencia y de abandono en la otra persona.
Vuelvo a citar aquí el mito de “nuestra media naranja”,
“mi otra mitad”…. Frases que en el romanticismo quedan muy bien pero que en la
vida real nos hacen ver como seres incompletos y fracasados. Parece que si no
tienes pareja no estás completa. Que si estás solo es porque en algo has
fracasado.
Pero reitero la importancia de
poder aprender a estar solos. Si no sé estar conmigo mismo, nunca voy a poder
estar enteramente con otra persona, por el miedo a que me abandone, porque es
mediante esa persona con la que intento llenar mis vacíos… lo puedo disfrazar
de amor, pero es más bien una relación de dependencia.
Si no respeto lo que yo quiero, si no soy capaz de
valorar mis propias necesidades, si cedo y cedo por temor a que la otra persona
se vaya…. ¿dónde quedo yo? ¿Muestro quién soy realmente o solo una careta para
que no me abandonen?, ¿me estoy respetando a mí mismo?
Si yo me acepto, puedo elegir
estar solo o estar en pareja, no desde una carencia sino desde un crecimiento;
y estar en pareja NO significa renunciar a mí mismo ni a quién soy. Significa
poder compartir, poder estimularnos, que tú me aportes a mí y que yo te aporte
a ti... No que yo solucione tus historias o tú las mías, cada uno tiene que
hacerse cargo de sí mismo.
La pareja es algo en continua evolución, y tiene que
estar en equilibrio, si una persona pone mucho en la relación, y la otra
persona no, hay algo que no está funcionando bien, y tendríamos que revisar qué
rol ha cogido cada uno en esa relación. Por
poner un ejemplo, hay hombres que lo que hacen es que buscan en sus parejas no
una mujer con la que establecer una relación de igual a igual, sino una madre
que les siga cuidando.
La pareja es cosa de dos, y donde no se cumple aquello de
que 1+1=2, porque, si una pareja tiene una forma sana de relacionarse,
constituye algo nuevo en continuo crecimiento.
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