domingo, 17 de noviembre de 2013

Recuperar el deseo sexual en la pareja

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta una pareja con el paso de los años es la pérdida del deseo sexual. La rutina, la monotonía, el trabajo, los hijos, y un largo etc  van haciendo que se pongan las obligaciones en primer lugar y vayamos poco a poco perdiendo esa chispa que es la que hace que las parejas funcionen.

Es cierto que hay parejas que asumen esto como algo natural y pasan a vivir juntos asumiendo que se perdió la sexualidad, y pensando o dando por hecho que no necesitan la sexualidad. Sin embargo, en este punto, se habría acabado la pareja como tal: sin sexualidad no hay pareja. Puede haber una buena relación, una sólida amistad… pero es algo distinto a la pareja. La sexualidad es algo que es inherente al ser humano, no algo que desaparece con los años.

Cuando comenzamos una relación amorosa, el deseo sexual por esa persona se dispara: los sentidos están encendidos al 100%, todo te inspira y te recuerda continuamente a ella, un roce, una mirada, un beso… todo de repente puede resultar altamente erótico.  Con el paso del tiempo, si bien es cierto que esto baja en intensidad (no podríamos aguantar durante tanto tiempo este exceso de estimulación porque acabaríamos agotados física y mentalmente), también es cierto que es muy importante mantener la atención para que el deseo sexual no se vaya y se pueda recuperar.

 En este punto, hay muchas cosas que se pueden hacer para volver a reavivar esa llama que os mantiene juntos, que hace que la persona con la que estés sea especial para ti. Aquí van algunas sugerencias, aunque lo principal, es que os atreváis a usar vuestra propia imaginación y creatividad, y empecéis a sacudiros la pereza y los prejuicios a experimentar cosas nuevas:


1.     Prepara el ambiente.  Es aconsejable  que acordéis “una cita”. Esto os ayudará a iros preparos mentalmente y a anticipar una velada agradable junto a vuestra pareja. Para esto es fundamental que os arregléis, os pongáis ropa con la que os sintáis bien y sexys para vosotros mismos y para tu pareja, peinados, perfumados….  Y preparar así mismo también en lugar donde vayáis a reuniros: si es fuera de casa escoged un lugar romántico (un Burger King no es una buena opción…), y si es en casa preparad una comida o cena especial para vosotros dos, con unas velas, un vino, música ambiental… y aseguraos que vais a estar solos (desconectad el teléfono móvil, apagad ordenadores y televisión, y si tenéis niños pedidle a algún familiar de confianza que os los cuide por unas horas).


2.       Cambiad de escenario: la rutina es mortal para el deseo sexual. Atreveos y probad nuevos escenarios: si el habitual es el dormitorio, podéis cambiar al baño preparando un baño aromático con espuma y velas, o al salón… También podéis permitiros alguna vez un capricho y alquilar un hotel especial para vosotros.

3.      Los preliminares son fundamentales: sobre todo para la mujer, aunque es recomendable para ambos. El hombre se estimula sobre todo por lo visual, pero la mujer necesita otro tipo de estimulación: los masajes, las caricias, los susurros, no tengáis ninguna prisa e ir poco a poco disfrutando de la experiencia.


4.     Hablad con vuestra pareja sobre lo que os gusta y sobre lo que no. Cada persona es un mundo, y hay que respetar los gustos y los límites de la otra persona.  Atreveos a compartir sobre qué es lo que más os estimula,  qué tipo de ropa, vuestros deseos…

5.     
Compartid vuestras fantasías: no los toméis  como algo que hay que llevar a cabo. Las fantasías ayudan mucho a la estimulación, en la imaginación no hay límites, todo es posible. Habrá algunas que os guste poder probarlas, y otras que simplemente se quedan en fantasías, que ayudan a mantener la excitación. Respetad vuestras propias fantasías y las de vuestra pareja, sin enjuiciar.

6.     Los juguetes y el juego.  Incorporad juguetes eróticos, si no tenéis, id juntos a un sexshop (o si os da mucho apuro también hay muchas páginas en internet donde podéis consultar y pedirlos) y elegid los que más os gusten a ambos.  Aquí van incluidos también aceites especiales de masaje, lubricantes con sabores… el olfato y el gusto también son sentidos importantes en la sexualidad que suelen ser más desatendidos. Abrid vuestra imaginación y  atreveos a jugar, a inventaros nuevos roles (por ejemplo, en lugar de ser su mujer eres una enfermera sexy que viene a cuidarle, o eres un policía que resulta ser un striper…)


7.      Tras la experiencia, quedaos un tiempo disfrutando del contacto, compartid qué os parecido, qué os ha gustado más… (nada de me doy media vuelta y a dormir, o de salir corriendo a hacer cualquier tarea).


Sobre todo, lo importante es que os permitáis ser libres de hablar, hacer y experimentar, siempre respetando vuestros límites y los de vuestra pareja. ¡A disfrutar!

viernes, 1 de noviembre de 2013

La inteligencia emocional: conoce y maneja tus emociones

Todos hemos escuchado hablar sobre la inteligencia: fulanito es muy listo, tal niño es superdotado, a Pepito parece que no es tan listo como los otros… pero lo que se medía en estos casos era únicamente un tipo de inteligencia: la inteligencia intelectual.

Sin embargo, cada vez está empezando a ser más conocido otro tipo de inteligencia que mucha gente hasta ahora desconocía: la inteligencia emocional.

Fue en 1990, cuando el psicólogo Peter Salovey, de Yale, y Jon Mayer, empezaron a utilizar este término cuyo significado engloba la habilidad para comprender nuestros sentimientos, la compresión de sentimientos de otras personas (es lo que se conoce como empatía) y el control de la emoción de forma que haga la vida más interesante.


Es una forma cada vez más extendida para restablecer la salud y el bienestar entre las personas, que aprendan a conocerse y a respetarse,y mejorar las habilidades necesarias para poder relacionarse con uno mismo y con las personas de que le rodean.


En los talleres de inteligencia emocional se trabajan temas tan importantes como son: el reconocimiento de las emociones, aprender a aceptarlas y expresarlas; mejorar la forma de comunicación: ver qué es lo que transmite nuestro cuerpo y nuestra voz, así como los de otras personas (la comunicación no verbal), y mejorar la forma de comunicarse con otras personas, desde la escucha hasta la forma de expresarse.

Otros de los temas que también se abordan, y que son otro de los motivos, junto con el de las emociones, que hacen que la gente les resulte interesante estos talleres, es que se aborda la resolución de conflictos: se trabaja la asertividad, el poder ocupar tu sitio sin avasallar ni dejar que te avasallen, y la manera más adecuada de expresar y de saber afrontar desacuerdos y críticas, para que no constituyan un ataque a otros, y aprender a defendernos cuando otros nos realizan esas críticas.



Aprender a hacer un buen uso de las emociones y entrenar las habilidades expuestas anteriormente, ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas, ya que abre una puerta a poder relacionarse de una forma más saludable tanto consigo mismos, mejorando su autoestima, así como mejorar las relaciones con otras personas y ayudarles a conseguir sus objetivos con mayor motivación.