domingo, 21 de octubre de 2012

¿Capaz o incapaz? una reflexión sobre la discapacidad




Lo primero que tendríamos que plantearnos es qué entendemos por discapacidad. A menudo, cuando surge la pregunta, lo primero que nos viene a la cabeza es gente invidente, personas que han perdido parte de la movilidad en su cuerpo, en silla de ruedas... en el cuanto al aspecto corporal del ser humano; y en referencia a la parte más racional pensaríamos en gente con algún déficil cognitivo, dificultad para entender conceptos, o para enlazar el nombre con la imagen que están viendo... por poner algunos ejemplos.

  ¿qué es la discapacidad? La definición de discapacidad es aquella condición bajo la cual ciertas personas presentan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, y en igualdad de condiciones con las demás.


  Me gustaría invitaros a hace una reflexión. Hay ocasiones en las que cuando una persona ve a otra con alguna discapacidad, lo primero que le viene a la cabeza puede ser... "pobrecilla... ¿qué le habrá pasado?"... otras personas, juzgan y critican, siendo las personas con algún tipo de discapacidad objeta de burlas y o rechazo por parte de algunas personas. En realidad, si relativizamos el concepto en sí de discapacidad, y hablamos de capacidad e incapacidad, ¿en qué nos afecta a nosotros?

   En realidad todos unos capacidades  más desarrolladas que otras. Y lo que hace la persona con cualquier tipo de discapacidad es eso mismo: si por el motivo que sea, ya sea de nacimiento, por un accidente, una enfermedad... alguna de sus capacidades se ha visto alterada, se van desarrollando más unas capacidades que ayuden a compensar aquellas que no tenemos.

 Se trata de aprender a vivir con normalidad una situación, que es verdad que en algunas ocasiones se pueden encontrar con más barreras que otra personas que tienen esas capacidades... pero no limita tanto las barreras que nos podamos encontrar fuera como las barreras que nos ponemos nosotros mismos. Y eso nos ocurre a TODOS. ¿Cuántas veces hemos pensado.... "no voy a ser capaz....", "no lo voy a conseguir...", llegando incluso a paralizarnos y a ni siquiera tratar de hacer realidad nuestros sueños? Creo que esto es algo que está en el ser humano, hay ocasiones, que cuando algo nos da miedo, o hay que dedicarle esfuerzo a conseguir algo, nos incapacitamos a nosotros mismos en lugar de atrevernos a salir de la comodidad de lo conocido y arriesgarnos a hacer cosas que queremos. 

  He visto en numerosas ocasiones casos de personas que con alguna limitación física, una fortaleza digna de admirar, han conseguido superar barreras y obstáculos, que personas sin esa limitación jamás se habrían arriesgado, por "miedo al que dirán", al "lo haré bien o mal".... son ejemplos de autosuperación y de aprender que cuando quiere, y confía en que puede, va a ir dando pasitos que le ayudarán a ir consiguiendo sus propósitos. 

  Para esto también es bueno contar con apoyos, rodearnos de gente que nos pueda echar una mano en un momento dado, una palabra de aliento cuando lo necesitemos.
No se trata de ir como un kamikaze y lanzarse a lo desconocido sin más, sino de ir pasito a pasito probando, qué quiero hacer, cómo me gustaría hacerlo... para que podamos ir cogiendo seguridad y confiar en nosotros mismos. Y sabiendo también, para poder conseguir algo, siempre va a haber obstáculos en el camino, lo importante es que por más que podamos tropezar, el ser humano siempre tiende a levantarse y seguir hacia delante, con nuevas fuerzas.

 Hay una frase que dice: "quien no arriesga, no gana". A lo que la persona puede contestar que tampoco pierde. Pero en realidad, sí perdemos, perdemos la oportunidad de tratar de conseguir algo que queremos, de mejorar nuestra calidad de vida.... Pero cada uno tiene que sopesar qué le compensa más, porque decidamos lo que decidamos, siempre ganaremos unas cosas y perderemos otras. 

Escrito por: Almudena

miércoles, 10 de octubre de 2012

APRENDER A CUIDARSE



Todos hemos pasado por etapas en las que te sientes más triste y como sin energía. A veces son debidas a la pérdida de un empleo, un desengaño amoroso, una desilusión, un enfado con con algún amigo o amiga, la enfermedad de un ser querido… y otras veces parece no haber una explicación.

Cuando esto ocurre es importante no encerrarnos en nosotros mismos. Esto no significa que no podamos retirarnos a un rinconcito en el que nos sintamos seguros, ni que tengamos que huir de la soledad… ya que es bueno aprender a estar con nosotros mismos. Pero hay que diferenciar entre el permitirse sentir la tristeza, y el recrearse en la tristeza, entre buscar ratitos de soledad y estar huyendo de nuestros contactos, entre el parar para poder recargar las pilas y el hundirse en un mar de insatisfacción.

Por eso, cuando nos encontramos así, hay una serie de cosas que pueden ayudarnos a hacer más llevadera  esta etapa de nuestra vida:
  • -          Escuchar música que te relaje y que te haga sentir bien (no es bueno escuchar a Malú cuando una está sumida en la tristeza…)
  • -          Lee aquel libro que querías leer pero para el que no encontrabas tiempo.
  • -          Date un baño de espuma.
  • -          Prepárate una buena comida.
  • -          Queda con aquellos amigos con los que te sientas en confianza.
  • -          Haz algo de deporte: no hacer falta grandes cosas, con un paseo de 1hora al día es suficiente, ayuda a generar endorfinas al cuerpo, que nos hace sentir mejor.
  • -          Pasa algo de tiempo en la naturaleza.
  • -          Regálate un caprichito.


      Y sobre todo, no te olvides, que lo más importe, es aprender a quererse a uno mismo.

       Escrito por: Almudena